En términos generales, son varios los estudios particulares que deben realizarse para evaluar un proyecto, a saber:
Estudio de Viabilidad Comercial: Indicará si el mercado es o no sensible al bien producido u ofrecido por el proyecto, y la aceptabilidad que tendría en su consumo o uso, permitiendo determinar la postergación o rechazo de un proyecto.
Estudio de Viabilidad Técnica: Analiza las posibilidades materiales, físicas o químicas de producir el bien o servicio que desea generarse con el proyecto.
Estudio de Viabilidad Legal: Asegura la existencia o ausencia de restricciones de carácter legal que impedirían el funcionamiento del proyecto.
Estudio de Viabilidad Organizacional: El objetivo es definir si existen condiciones mínimas necesarias para garantizar la viabilidad de la implementación, tanto estructural como lo funcional, es el que normalmente recibe menos atención.
Estudio de Viabilidad del Impacto Ambiental: Analiza las normas impuestas en materia de regulación ambiental para impedir futuros impactos negativos derivados de una eventual compensación del daño causado por una inversión.
Estudio de Viabilidad Financiera: Determina su aprobación o rechazo, basándose en la rentabilidad que retorna la inversión, medido con base monetaria.
Citando un ejemplo, recuerdo cuando mi hermana y mi cuñado hace cuatro años se animaron y comenzaron la idea de invertir en su propio emprendimiento de la fabricación de muebles de diseño a medida, donde ambos se desprendieron de sus trabajos en relación de dependencia para poder concretar este proyecto. Fue fundamental, la importancia de la planificación, ejecución, seguimiento, control, implementación, medición y cierre del mismo, como así también el desarrollo de algunos de los diferentes estudios particulares antes mencionados, junto con la fijación de objetivos mediante la realización de una serie de actividades y utilización de las herramientas necesarias de gestión para lograr la eficiencia y generar valor en el negocio.
Cabe mencionar, que muchas veces las cosas no sucedieron como se esperaban en relación al aumento de los precios de la materia prima, falta de personal capacitado para la ejecución de las tareas, restricciones en relación a las importaciones, faltante de insumos u materiales, cambios tecnológicos, etc., lo cual generó frustración y desmotivación en la continuación del plan. Ante estos factores, podemos decir que el poder de decisión, el incentivo de seguir esforzándose y transitar ese camino, permitió lograr adaptarse a los cambios e innovarse para su viabilidad y crecimiento del proyecto alcanzando satisfacer las necesidades, expectativas de los clientes e incrementando la fuente de ingresos.
Fuentes:
Pepe, Verónica D. Diseño, Evaluación y Gestión de Proyectos, Unidad 1: “El Estudio de Proyectos y su Proceso de Preparación y Evaluación”. UNTREF.
Es muy importante realizar un análisis minucioso en cada uno estos estudios que detallas Emi ya que un incorrecto análisis y/o desestimación de algún punto importante puede llevar a que el proyecto fracase.
¡Hola Emi! me parece importante, al momento de realizar un proyecto, tener en consideración todo lo que mencionás. Más aún, con la incertidumbre de lo que pasará día a día, es fundamental realizar los estudios necesarios antes de emprender en un negocio como lo fue el que contaste.
Saludos.