La Gestión del Impacto Ambiental en los Proyectos, debe hacer hincapié cada vez más en el ciclo de producción completo, determinando el impacto ambiental que ocasionará tanto el proveedor de los insumos por la extracción, el proceso de producción, el transporte o embalaje de la materia prima, así también como el sistema de distribución del producto, transporte y uso. De ahí la importancia de conocer ciertos conceptos que permitan evaluar la cantidad de un recurso natural consumida en todo este proceso. Uno de estos conceptos es el de la Huella Hídrica.
El agua es un recurso esencial e insustituible para la vida en nuestro planeta, todos los seres vivos necesitan agua para sobrevivir y aunque tres cuartas partes del Planeta Tierra están formadas por agua, solo un pequeño porcentaje es apto para el consumo humano. Es por eso que uno de los puntos importantes dentro del desarrollo sostenible sea el cuidado en la utilización del agua en la producción de bienes y servicios. El crecimiento de la demanda de agua, la escasez de agua en muchas áreas y en la degradación de la calidad de la misma, ha generado la necesidad de evaluar de mejor manera la gestión de este recurso, tanto a nivel individual como organizacional.
En 2002 nace de la mano del Dr. Arjen Hoekstra el concepto “Huella Hídrica”, un indicador global que permite evaluar el volumen de agua consumido en un producto, organización o área geográfica concreta. La Huella Hídrica de un producto evalúa el volumen de agua consumida de forma directa, pero también el consumo indirecto para su producción.[1]
Es decir, todos los bienes que empleamos en nuestro día a día consumen, de forma directa e indirecta, un determinado volumen de agua en su proceso de producción y consumo. Mediante este indicador se puede medir esa la cantidad de agua utilizada y por lo tanto, controlar el impacto que tiene ese proceso en los recursos hídricos del planeta. Por ejemplo, al usar una hoja de papel se consumen 10 litros de agua, comer una naranja equivale a 50 litros o preparar una taza de café son 140 litros.
¿Cuáles son los Sectores que más consumo de agua requieren?
Dentro de la industria alimenticia, los cereales, la carne y la leche son los alimentos que más agua requieren en su proceso de producción. Por ejemplo, la producción de un litro de leche necesita 1.000 litros de agua, un kilo de arroz 3.400 litros, un kilo de maíz 900 litros, un kilo de trigo 1.300 litros, un kilo de carne vacuna 16.000 litros. Otra de las industrias con elevada Huella Hídrica, es la textil. Por ejemplo, para lograr un kilo algodón se requieren cerca de 10.000 litros de agua, por lo tanto, para la fabricación de una camiseta de algodón de unos 250 gr se necesitan 2.500 litros, para un pantalón de jean unos 10.000 litros y para unas zapatillas deportivas 4.400 litros.
¿Cómo se mide la Huella Hídrica?[2]
Para calcular el valor de la Huella Hídrica se mide el volumen de agua consumida, la que ha sido contaminada y la que se evaporó durante el proceso de producción. Es el resultado de tres indicadores:
Huella Hídrica Verde: Son las precipitaciones retenidas en el suelo, por lo tanto es aquella que procede del agua de lluvia o de nieve incorporada en el producto y que queda almacenada en el suelo de manera superficial al alcance de las plantas, que la devuelven a la atmósfera mediante evapotranspiración.
Huella Hídrica Azul: Son los ríos, lagos y acuíferos. Es el agua que procede o se capta de fuentes naturales o artificiales (superficiales o subterráneas) mediante infraestructuras o instalaciones. Equivale al consumo directo de agua dulce en los procesos de fabricación de bienes e incluye el agua de riego.
Huella Hídrica Gris: Se trata de la cantidad de agua contaminada en los procesos y que posteriormente requiere un tratamiento para cumplir con la normativa sectorial del cauce u organismo receptor final.
Realizar una evaluación de la Huella Hídrica en las distintas etapas del ciclo de vida de un producto puede ayudar a calcular la magnitud de impactos ambientales relacionados con el agua, gestionar riesgos, permitir el uso eficiente del agua y contribuir a la planificación estratégica de este recurso a nivel producción y producto.
Es importante que las industrias comiencen a impulsar más la economía circular para devolver un porcentaje del agua empleada en la fabricación en condiciones que sean aptas para el medio ambiente. En cuanto a los consumidores, fomentar el consumo responsable no solo evitando desperdicios, sino también, promocionando la elección de productos provenientes de empresas que llevan a cabo políticas de desarrollo sostenible.
Fuentes:
[1] http://www.i-ambiente.es/?q=noticias/mas-de-20-organizaciones-manifiestan-su-compromiso-con-la-huella-hidrica-en-esagua
[2] https://www.ambientum.com/ambientum/agua/huella-hidrica-es-importante.asp https://www.iso.org/
Sapag Chain, Nassir y Sapag Chain, Reinaldo “Preparación y Evaluación de Proyectos”. 5ª Edición. Año 2008. Editorial: McGraw-Hill
Gise, muy interesante tu artículo, y para tener en cuenta!