Cada vez que tenemos en mente un nuevo comienzo o se nos ocurren ideas para cambiar algo que se venía haciendo de determinada manera nos enfrentamos a tener que tomar decisiones. ¿Vale la pena emprender por este nuevo camino?; ¿Esta nueva forma de hacer las cosas, es mejor que la anterior?; Si me independizo y busco clientes particulares, ¿Los voy a tener? Todas estas preguntas son algunas de las que todos los humanos compartimos al momento de comenzar un nuevo proyecto, los temores son compartidos porque siempre estamos hablando de situaciones futuras y, lamentablemente, ninguno tiene una bola de cristal para predecir el futuro. Con lo que sí contamos es con el análisis de vialidad de un proyecto.
Pero ¿Qué significa que un proyecto es viable? Muchas veces escuchamos este proyecto es viable y confundimos ese termino con que el proyecto es factible. Sin embargo son dos cosas diferentes; la viabilidad responde a la probabilidad, existe mayor o menor probabilidad de que el proyecto sea exitoso en determinadas situaciones. En cambio, que algo sea factible responde a condiciones certeras.
Toda decisión que tomemos, implica un riesgo. Una de las herramientas que tenemos, como futuros administradores, para evaluar un proyecto y mitigar ese riesgo es el análisis de viabilidad del proyecto. Este análisis nos permite analizar las probabilidades de éxito que tiene nuestro proyecto frente a cinco aspectos fundamentales:
El Estudio de la Viabilidad Comercial: Indicará si el mercado es o no sensible al bien producido o al servicio ofrecido por el proyecto y la aceptabilidad que tendría en su consumo o uso.
El Estudio de Viabilidad Técnica: Analiza las posibilidades materiales, físicas o químicas de producir el bien o servicio que desea generarse con el proyecto: por ejemplo, si las propiedades de la materia prima nacional permiten la elaboración de un determinado producto.
El Estudio de la Viabilidad Organizacional: Es la capacidad administrativa para emprender el proyecto. El objetivo de este estudio es, principalmente, definir si existen las condiciones mínimas necesarias para garantizar la viabilidad de la implementación, tanto en lo estructural como en lo funcional.
El Estudio de la Viabilidad Financiera: Éste estudio determina, en último término, su aprobación o rechazo. Éste mide la Rentabilidad que retorna la inversión, todo medido con bases monetarias.
El Estudio de Viabilidad Ambiental: En el último tiempo las organizaciones están tomando mayor conciencia del impacto a nivel ambiental que generan y no solo surge de la toma de conciencia interna de la organización, sino que en la actualidad hay muchas normas que fomentan el respeto hacia el ambiente por parte de las organizaciones. Este estudio analiza la probabilidad de prevenir futuros impactos negativos derivados de una eventual compensación del daño causado por una inversión. El cumplimiento de estas normas puede influir tanto en los costos operacionales como en las inversiones que deberán realizarse.
En conclusión podemos decir que el riesgo siempre existe frente a cada decisión que tomamos, depende de nosotros tener la capacidad de tener una visión lo más global posible, poder analizar cada aspecto de nuestro proyecto estudiando las probabilidades de éxito o fracaso del mismo. Por otro lado, al realizar el Análisis de Viabilidad podremos descubrir que variables debemos modificar para que nuestro proyecto sea viable o entender por qué nuestro proyecto no puede ser viable y qué debemos modificar del mismo. Lo importante siempre es decidir en base a la mayor información posible, pero decidir en fin… porque el que no decide, no avanza y por ende, no gana.
Fuentes:
Lic./Esp. Verónica Diana Pepe: Diseño, Gestión y Evaluación de Proyectos UNTREF - Unidad 1: “El Estudio de Proyectos y su Proceso de Preparación y Evaluación”.