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Control o Azar?

Actualizado: 30 nov 2020

El Diseño y Gestión de un proyecto no es tarea fácil, hay muchas cuestiones que se deben tener en cuenta, y variedad de análisis a realizar. Uno de estos es la Gestión de los Riesgos. El hecho de no identificarlos puede llevar al dificultoso desarrollo del proyecto y hasta a su fracaso. Es por esta razón que su identificación y posterior administración se convierte en un factor clave.


Demos un primer pantallazo a los riesgos, ¿Qué son?. Estos son las variabilidades de los flujos de caja reales en relación de los estimados. Cuanto más grande es esta variabilidad, mayor es el riesgo que se corre.

Los riesgos vienen aparejados a todos los proyectos y empresas, no importa en qué ámbito o tiempo se de, pero en este caso voy a enfocarme en las PyMES.

Muchas veces, sucede que en este tipo de empresas la identificación y gestión de riesgos no se realiza de forma adecuada.

Esto puede darse por varios motivos. Uno de ellos, puede ser la falta de conocimiento por parte de los directivos, administradores (los cuales muchas veces son fundadores o herederos de una empresa familiar) o del tercero encargado de dicha tarea, el cual puede llegar a desconocer distintos procesos o procedimientos.

Otro de los motivos, muchas veces es la falta de recursos necesarios para realizar dicho análisis, ya sean económicos, como tiempo o atención que el emprendedor le dedica, ya sea por no darle importancia como por centrar los esfuerzos en cuestiones más de posicionamiento del producto/servicio.


Como bien dije anteriormente los riesgos están presentes en todos los proyectos y empresas, y dependen de las características y actividades que se realicen en cada una. Pero, a modo general, existen siete grupos de riesgos que pueden afectar a las PyMES y emprendedores y que se enumeran a continuación:


  • Estratégicos: Están relacionados con la falta de capacidad de la empresa para protegerse o adaptarse a los cambios que puedan venir.

  • Cumplimiento: Hacen alusión a las leyes y regulaciones que no se tomaron en cuenta a la hora del diseño del proyecto o emprendimiento.

  • Financieros: Estos surgen cuando falla el análisis de rentabilidad, se dice que no se midió bien la deuda adquirida. Hace referencia a la falta de liquidez o apalancamiento.

  • Operacionales: Estos riesgos son aquellos que aparecen con la falta de estructuras de control interno en las organizaciones.

  • Ambientales: Son aquellos que se relacionan con el incumplimiento de los requerimientos legales sobre el cuidado del medio ambiente, como por ejemplo la emisión de contaminantes. Este tipo de riesgo, hoy en día, posee mayor protagonismo, ya que por parte de la sociedad se está dando una toma de conciencia con respecto a cuestiones de esta índole.

  • Tecnología de la Información: Estos vienen de la mano con los sistemas de información. Surgen por la falta de manejo de los mismos y la inefectividad en la prevención de amenazas.

  • Recursos Humanos: Estos riesgos se dan a partir de la mala gestión en la selección y ubicación de los empleados.

Una herramienta destinada a ayudarnos en este proceso es la propia Matriz de Riesgos. A partir de los peligros antes mencionados, en la construcción de la matriz se identifican los riesgos, se los clasifica y se les designan controles que contribuyan a mitigarlos o contrarrestarlos.


Bien, ¿y ahora qué hacemos?

Una vez identificados los riesgos existen distintos tipos de respuesta frente a los mismos, las cuales pueden ser:

  • Evitar: Implica eliminar por completo el riesgo identificado.

  • Transferir: Implica trasladar a un tercero el impacto del riesgo identificado.

  • Mitigar: Significa disminuir la probabilidad de ocurrencia del riesgo o del impacto sobre el proyecto.

  • Aceptar: Se refiere a no hacer nada.

En resumen, y a opinión personal, la identificación de riesgos y su posterior gestión

debe tener un lugar primordial en todo proyecto. Una parte del éxito del mismo depende de esto.

El análisis y previsión de aquellos peligros y riesgos a los que nos podemos enfrentar, nos da la facilidad de evitarlos o en todo caso de tener un “Plan B” (Planes de Contingencia) con el que hacerle frente.

En fin, cuanto más control tengamos y menos situaciones dejemos libradas al azar, más posibilidades ganamos de asegurarnos el éxito.

 

Fuentes:

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1 Comment


Proyectos UNTREF
Proyectos UNTREF
Nov 30, 2020

Muy bueno tu articulo Cami!!!

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