Aprender a diferenciar entre Incertidumbre y Riego es una buena manera de gestionar nuestras emociones ante lo desconocido. Es muy común no conocer la diferencia y esto nos impide entender el escenario donde estamos parados y por lo tanto tener mayor inseguridad sobre el futuro.
Cuando definimos nuestros objetivos y planteamos alternativas para conseguirlos, nos encontramos frente a un proceso de decisión. Es importante conocer cómo funciona este procesos para evitar caer en simplificaciones de la realidad que nos llevan a cometer errores de interpretación.
Existen varios modelos que explican cómo las personas toman decisiones, desde enfoques racionales y analíticos (como el Modelo Racional) hasta enfoques más intuitivos y emocionales. Y acá la cuestión!...
Por lo general la mente utiliza el proceso más rápido para decidir. Este proceso se basa en la intuición donde juegan un rol fundamental las emociones. Pero si bien es importante para escenarios de peligros donde requerimos decisiones rápidas prácticamente instantáneas como cuando cruzamos una calle y se nos viene un auto, tiene limitaciones en otros escenarios cuando requerimos tomar decisiones más complejas porque no utiliza un proceso racional de selección de alternativas.
Conocer estas diferencias y pararnos a reflexionar sobre las distintas alternativas que tenemos a la hora de tomar una decisión importante nos permite analizar todas las combinaciones que pueden existir para cada una de las variables. De esta manera lograremos salir del campo de lo desconocido, la incertidumbre, para pasar a tener un plan de respaldo para cada una de las contingencias que aparezcan a lo largo de nuestro proyecto.
¿Porque diferenciamos Riesgo de Incertidumbre?
La principal diferencia entre las dos emociones es que una es medible y la otra no. Ambas presentan un peligro venidero, pero con matices que las diferencian.
El Riesgo es algo medible, y por tanto es posible generar previsiones para afrontarlo. Es decir, identificar el riesgo ya te prepara con más información en ese escenario y con las herramientas de medición podes identificar la probabilidad de ocurrencia y realizar acciones para evitarlas, o para mitigar su incidencia…
Con la Incertidumbre nos encontramos ante peligros que no sabemos medir ni prever. Sabemos que es algo que puede ocurrir, pero no sabemos ni cómo ni cuándo ni dónde. Puede ser una característica de información incompleta, de exceso de datos, o de información inexacta, sesgada o falsa. Con la incertidumbre no se puede establecer de forma transparente las opciones posibles y que probabilidades de que suceda algo existen.
¿Entonces que hacemos? La Gestión de Riesgo y los distintos métodos son herramientas muy útiles para aprender a separar estos conceptos y prepararnos para tomar decisiones más racionales y seguras.
El Riesgo de un Proyecto se define como la variabilidad de los flujos de caja reales respecto de los estimados. Cuanto más grande sea esta variabilidad, mayor es el riesgo del proyecto. Así, el riesgo se manifiesta en la posibilidad de tener menores ingresos a lo esperado por el efecto de diferentes eventos que podrían ocurrir.
La Planificación del Riesgo es imprescindible, para esto debemos:
Planificar la Gestión de Riesgos: Definir cómo vamos a gestionar los riesgos, que recursos vamos a aplicar a estas actividades y como los vamos a comunicar a la organización del proyecto.
Identificar los Riesgos: Es un proceso recurrente a lo largo del ciclo de vida del proyecto, ya que nuevos riesgos pueden aparecer a través del desarrollo del proyecto. Existen varias herramientas que permiten identificar riesgos, tales como Tormenta de Ideas (Brainstorming), Análisis FODA, etc. En este punto deberemos plantear preguntas del estilo: ¿Qué puede suceder? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo y por qué puede suceder? La identificación de riesgos, implica también su categorización, lo cual permite la sistematización en su abordaje y análisis.
Análisis Cualitativo: Evalúa la prioridad de los riesgos identificados usando la probabilidad relativa de ocurrencia, el impacto correspondiente sobre los objetivos del proyecto si los riesgos se presentan, así como otros factores, tales como el plazo de respuesta y la tolerancia al riesgo por parte de la organización.
Análisis Cuantitativo: En función al proceso de Análisis Cualitativo, surge un listado de riesgos priorizados. En esta etapa de análisis, asignamos valores numéricos (monetarios y probabilísticos). Es decir, asignamos un valor monetario al impacto provocado por el potencial riesgo y un valor de ocurrencia (porcentaje) a la probabilidad de materialización del riesgo.
Respuesta a los Riesgos: En esta instancia se desarrollan opciones y acciones para incrementar las oportunidades y reducir las amenazas a los objetivos del proyecto. Implica desarrollar Estrategias para el abordaje de los Riesgos y generar Planes de Contingencia.
Existen cuatro Estrategias Genéricas de respuesta a los Riesgos:
Evitar.
Transferir.
Mitigar.
Aceptar.
Lo importante es ser conscientes de que los Riesgos siempre existen, debemos crear Estrategias para responder a ellos y el impacto que tengan en nuestro proyecto o decisiones depende en gran medida de nuestro Análisis.
PARAR Y MIRAR es una metáfora para recordar que siempre es útil tomarse un momento para analizar todas las variables, esto puede ahorrarnos unos cuantos dolores de cabeza…
Fuentes:
https://universodeemociones.com/diferencia-incertidumbre-riesgo/
Lic./Esp. Pepe, Verónica Diana. Diseño, Evaluación y Gestión de Proyectos. Unidad Nº 7 "Análisis de Riesgo y Sensibilidad". UNTREF
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