Al analizar un proyecto, se cuenta con una herramienta fundamental, la misma es la Metodología del Marco Lógico, quien nos ayuda a facilitar el proceso de conceptualización, diseño, ejecución y evaluación de proyectos. Esta puede ser dividida en dos fases bien definidas[i]:
Centraremos nuestro análisis en la primera fase que apunta a tener un panorama claro de la situación que estamos analizando y las problemáticas involucradas, previo a la construcción de la Matriz de Marco Lógico que se utiliza para la planificación y seguimiento del proyecto. Dentro la primera fase, nuestro enfoque será en el análisis de involucrados, ya que consideramos que la misma es una herramienta esencial para la elaboración de las estrategias de implementación de cualquier proyecto a iniciarse, facilitando la toma de decisiones o una simple política e incluso hasta casos más complejos, brindando gran ayuda a los administradores y evaluadores.
¿Qué son los Involucrados y por qué es tan importante analizarlos?
Los Involucrados son las personas humanas o jurídicas o grupos que tienen intereses a favor o en contra de un proyecto, y que a través de sus actitudes o acciones, pueden influir en el éxito o el fracaso del mismo, estos tienen un interés particular en el proyecto y pueden movilizar recursos para afectar sus resultados de alguna forma.
Este análisis debe hacerse siempre al inicio de un proyecto, aunque se trate de una rápida lista de los involucrados y sus intereses, ya que de la misma se sacan las principales suposiciones o premisas, las cuales se requieren para que un proyecto sea viable y algunos de los riesgos claves. Es muy importante hacer este análisis porque necesitamos conocer a que personas afecta nuestro proyecto, y analizar de qué manera pueden verse beneficiados o perjudicados por el mismo, el poder evaluar de manera minuciosa a cada uno de ellos resulta primordial en pos de obtener sus intereses y necesidades, valorar sus expectativas y su capacidad de influir en el proyecto, ayuda a evaluar el ambiente de un proyecto, a fin de medir su participación en el mismo y sacar de esta manera conclusiones valiosas, enriquecedoras y determinantes para los análisis del proyecto. Este conocimiento previo, permite elaborar las estrategias adecuadas para lograr la mayor aceptación posible y reducir algunos riesgos.
Los Involucrados pueden presentar una dinámica particular en cada etapa del proyecto, según su posición, su fuerza e intensidad frente al mismo:
Posición: Indica cuál es su grado de apoyo u oposición al proyecto. También se considera si los mismos sostienen otras alternativas de solución a la necesidad identificada.
Fuerza: Indica el poder para afectar al proyecto (positiva o negativamente).
Intensidad: Indica la importancia que el Involucrado le adjudica al proyecto.
Tener presente esta información es crucial para determinar los modos de participación de los involucrados en la identificación, análisis y selección del problema objetivo y de las alternativas de solución.
Para finalizar, considero de valioso aporte la presentación de algunas preguntas que pueden ayudar a identificar estos intereses: [ii]
¿Cuáles son las expectativas de los actores?
¿Qué creen que ocurrirá a partir del proyecto?
¿Coincide esto con lo que realmente se espera que ocurra?
¿Qué observan ellos como problema que resolverá u ocasionara el proyecto?
¿Cuáles son los recursos que los involucrados están dispuestos a comprometer o movilizar para influir a favor o en contra del proyecto?
¿Qué otros intereses tienen que pueden estar en conflicto con el proyecto? ¿Podemos integrar esos intereses al proyecto sin resentirlo?
¿Cómo ven o se relacionan los mismos con los demás de la lista?
Fuentes: