El que no arriesga no gana...

Invertir en dólares, invertir en pesos, plazo fijo a 30 días, plazo fijo a 60, Bitcoins, invertir en una propiedad, invertir en un proyecto, ¿Qué hacemos?...

Qué difícil es cuando tenemos que tomar una decisión, pero ¿Qué es lo que lo hace difícil realmente? ¿Por qué nos cuesta tanto determinar qué es lo mejor, será por el capital a invertir o simplemente por el simple hecho de arriesgarse? Por supuesto que estas preguntas son el precio de las ganancias obtenidas en una inversión, es decir si el contexto de una inversión es estable, o predecible no hay mucho que perder a la hora de tomar una decisión, ya que los resultados son esperados. En cambio en un contexto dinámico, en el que los efectos son variables y se puede esperar cualquier tipo de resultado la recompensa será mayor, ya que es el riego tomado fue alto.

Para comenzar quiero mencionar dos conceptos que son claves para entender y comprender lo planteado anteriormente, estos conceptos son Riesgo e Incertidumbre.

El primero corresponde a la variabilidad de los flujos de caja respecto a lo que se estiman, es decir cuanto mayor es esta variabilidad mayor es el riego del proyecto/ inversión. Esto sucede ya que la información con la que se cuenta es de naturaleza aleatoria y por tal se plantea una estrategia con un conjunto de resultados posibles los cuales se les asigna una probabilidad. En cambio, una Incertidumbre no se le puede asignar probabilidades a cada resultado, esto se debe a que no se cuenta con la información exacta, sino por lo contrario con una información incompleta, de exceso de datos o de información inexacta, sesgada o falsa.

Llevémoslo a un caso práctico, cuando una organización tiene que tomar una decisión el riego predecirá las perdidas que puede llegar a tener la empresa mientras que la incertidumbre desconoce las probabilidades que pueden generar perdidas. Es importante identificar estos conceptos ya que una organización toma decisiones todos los días, y hay que tener en claro si las decisiones que se están tomando son bajo riesgo o incertidumbre.

Se han hecho muchos intentos para enfrentar la falta de certeza en las predicciones. Las “mejoras limitadas” se han superado por diversas técnicas y modelos cuya aplicación ha permitido una evaluación de proyectos que aún con limitaciones propias de tener que trabajar sobre la base de predicciones futuras, logra incorporar la medición de factor riesgo.

Como se había mencionado el riesgo de un proyecto se definió como variabilidad de los flujos de caja reales respecto de los estimados. Lo que corresponde analizar son las maneras de medir esa variabilidad como un elemento de cuantificación del riesgo de un proyecto. La falta de certeza de las estimaciones del comportamiento futuro se puede asociar con la distribución de probabilidades de los flujos de caja generados por el proyecto.

Existen modos precisos de medición que manifiestan su importancia principalmente en la comparación de proyectos o entre alternativas de un mimo proyecto. El más común es la Desviación Estándar, que es la medida de dispersión más común que indica qué tan dispersos están los datos con respecto a la media. Se puede utilizar para establecer de valor de referencia para estimar la variación general de un proceso.

Para incluir el efecto del factor riesgo en la evaluación de proyectos de inversión se han desarrollado diversos métodos o enfoques que no siempre conducen a un resultado idéntico. La información disponible es uno de los elementos determinantes en la elección de uno u otro método.

Bibliografía:

• https://drive.google.com/drive/folders/0B9YTDRQyBGlTM1A4aTlaS1dUSlE?resourcekey=0-mjWYhRzGnbQf_sXMuDHfMw