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La TREMA en Argentina

Al momento de evaluar la Rentabilidad de un Proyecto, tenemos diferentes Herramientas o Criterios de Decisión para hacerlo. Podemos utilizar por ejemplo, “El Criterio del Valor Actual Neto (VAN)” que consiste básicamente en:

  • Calcular el costo inicial del proyecto.

  • Determinar los flujos de fondos futuros que producirá el proyecto.

  • Descontar el flujo de fondos para obtener el valor actual.

  • Determinar la diferencia entre la inversión inicial y el flujo de fondos descontados.

Si el VAN nos arroja un resultado mayor a cero, el proyecto es aceptable. Si es menor a cero, por el contrario, el proyecto no es aceptable. Y en caso de que nos dé cero deberíamos tener en cuenta otros factores como la finalidad del proyecto para poder definir si es aceptable o no.


Otro podría ser “El Criterio de la Tasa Interna de Retorno (TIR)”, el cual representa la tasa que produce un VAN igual a cero. Según Bierman y Smidt, “representa la tasa de interés más alta que un inversionista podría pagar sin perder dinero, si todos los fondos para el financiamiento de la inversión se tomaran prestados y el préstamo (principal e interés acumulado) se pagara con las entradas en efectivo de la inversión a medida que se fuesen produciendo”.


Ahora bien, otro de los criterios (el cuál da origen a este artículo) es el de la “Tasa de Rendimiento Mínimo Aceptable (TREMA)”. Este es un criterio muy importante en países que conviven con períodos prolongados de alta inflación.

La TREMA es la Tasa Mínima que permitirá cubrir:

  • Los egresos de la operación.

  • La totalidad de la inversión inicial.

  • Los intereses que deberán pagarse por recurrir a capital ajeno a los inversionistas del proyecto.

  • Los impuestos.

  • La rentabilidad que el inversionista exige a su propio capital invertido.

  • Si el proyecto no tiene una tasa de rendimiento superior a la TREMA, no será conveniente invertir.

Y se calcula sumando “Tasa de Inflación + Riesgo de la Inversión”, ambos en términos porcentuales. El resultado es la TREMA, es decir la tasa mínima rentabilidad que se le exigirá al proyecto para invertir dinero en él.


¿Por qué es tan importante en países como Argentina?

Nuestro país se encuentra atravesando un proceso inflacionario considerable desde hace varios años y el mismo parece ir en aumento. Según datos del INDEC, marzo arrojó una variación porcentual del 7,7%, lo que representa un 21,7% para el primer trimestre de este año y un 104,3% interanual.

Por ende, si uno evalúa un proyecto sin tener en cuenta el contexto inflacionario del país donde se va a llevar a cabo el mismo, por ejemplo, un proyecto realizado aquí, con un año de duración, en pesos argentinos y con rentabilidad del 110% sobre la inversión inicial, nos permitiría duplicar (e inclusive un poco más que eso) nuestra inversión en términos nominales, pero probablemente tengamos pérdidas en términos reales. Esto teniendo en cuenta. por ejemplo. la inflación esperada para el año calendario 2023 es de 126,4% según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el BCRA.


Por ende, podemos concluir que un proyecto con una rentabilidad “X” puede ser muy bueno en un país “A” y malo en un país “B”. Todo depende del contexto económico donde se va a desarrollar el mismo.


Fuentes:

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