La existencia de riesgos es propia a cualquier tipo de actividad humana, y a la hora de pensar en un proyecto es fundamental realizar un análisis de los mismos.
Podemos definir el riesgo como "un evento o condición incierta que, si sucede tiene un efecto en por lo menos uno de los objetivos del proyecto".
Frente a los riesgos, lo que buscamos es poder responder, y plantear acciones y estrategias que nos permitan minimizar sus efectos negativos.
La Respuesta a los Riesgos, es el proceso por el cual se desarrollan las opciones y acciones para mejorar las oportunidades y reducir las amenazas.
Es decir que para cada riesgo, se deberá seleccionar la estrategia o varias estrategias con mayor probabilidad de eficacia. Las respuestas de la estrategia seleccionada deberá ser congruente con la importancia del riesgo, y que sea posible, realista y alcanzable. Como los riesgos difieren, las estrategias para manejarlos, también varían. Sin embargo existen cuatro estrategias básicas que sirven para dar respuesta a los riesgos y que pueden aplicarse en la mayoría de los casos.
Evitar: A través de esta estrategia, se busca eliminar por completo la amenaza cambiando el plan de gestión, lo que conlleva a la modificación de los objetivos del mismo. Se utiliza principalmente para riesgos críticos y la eficacia de su empleo se identifica en la fase inicial del proyecto que llevaremos a cabo, ya que de lo contrario resulta complicado realizar cambios en una etapa posterior.
Transferir: Consiste en trasladar el impacto negativo del riesgo hacia un tercero. Es importante tener en cuenta que con esta respuesta, no se elimina el riesgo, se transfiere a un tercero la responsabilidad de gestionarlo. Supone el pago de una prima de riesgo o seguro a la parte que toma el riesgo.
Mitigar: Implica reducir a un umbral aceptable la probabilidad y/o el impacto de un evento adverso. Adoptar acciones tempranas para reducir la probabilidad de la ocurrencia de un riesgo o su impacto sobre el proyecto es más efectivo que tratar de arreglar el hecho después de que haya ocurrido.
Aceptar: En este caso se refiere a no hacer nada, se aceptan las consecuencias del riesgo, por lo que no se realiza ninguna acción para gestionarlo. Puede suponer una aceptación activa, generando reservas de contingencia, o pasiva, no hacer nada ante el riesgo identificado.
A través del siguiente ejemplo podemos ver como aplicar cada estrategia:
Imaginemos a una persona que decide comprarse un auto para poder movilizarse hacia su trabajo o pode salir de vacaciones con su familia. El hombre esta decidido en comprar el vehículo, pero al escuchar las noticias y enterarse que hubo un aumento en el robo de automóviles en el ultimo mes, empieza a replantearse su decisión, por lo cual analiza distintas alternativas de actuar.
La primera idea que se le viene a la mente es desistir de la idea de comprar la unidad teniendo en cuenta el aumento de casos de robos. De esta forma la persona esta evitando el riesgo que le roben el auto que acaba de comprar.
Luego de pensar un poco mas la situación, tiene la idea de contratar un seguro contra robo de manera de tener una posibilidad de recupero ante la posibilidad de ocurrencia del delito. En este caso, el riesgo no desaparece sino que es transferido a un tercero que nos dará una respuesta en caso de la ocurrencia del suceso.
Otra opción que maneja la persona es estudiar aquellos modelos de autos que son menos propensos a robos, según las estadísticas. De esta forma la persona baja la probabilidad de la ocurrencia un acto ilícito y puede tener una unidad para ir al trabajo y salir con su familia. Lo que sucede en esta opción, es que se busca mitigar el riesgo.
Y la ultima opción que puede optar la persona es aceptar que al comprarse el vehículo que el quiere estará expuesto a la ocurrencia de un robo. En este sentido no estamos diciendo que la persona ignora la existencia del riesgo sino, que es consciente de ello.
A modo de conclusión, podemos decir que la existencia de riegos en cada aspecto de la vida es inevitable. Para poder afrontarlos de la mejor manera es necesario contar con un Plan de Contingencias, el cual puede apoyarse en algunas de las herramientas desarrolladas anteriormente. El uso de estas herramientas nos ayudaran a crear distintos Escenarios donde podremos medir la probabilidad de ocurrencia de las acciones de riesgo, como así también la probabilidad de éxito de un plan de contingencia.
Fuentes:
Unidad 8: “Planificación, Monitoreo y Control”, Lic. Pepe, Verónica Diana.
Rodrigo, me gustó mucho el ejemplo. Es importante que veamos a los riesgos no siempre como un factor negativo o creer que, porque mi proyecto presenta riesgos, no es posible de realizar; para todos ellos aplican las estrategias mencionadas en tu artículo. Súper claro!