Y con esta célebre frase de Benjamín Franklin pretendió ahondarnos en la aventura del análisis de Rentabilidad. Por eso estamos acá, para formarnos, para adquirir la capacidad de discernimiento, pero con todas las herramientas sobre la mesa. Es cierto que no hay rentabilidad alguna sin asumir un riesgo, pero al contar con el conocimiento, este logra minimizarse. Nos otorgará cierta certeza sobre las opciones a modo de actuar en consecuencia minimizando la incertidumbre que lo único que nos traerá es temor y parálisis. Entonces, ¿Qué mejor que poner todas las opciones sobre el tablero, analizarlas y apostar a nuestro pálpito, pero con cimientos sólidos?
Como primera instancia, me gustaría que definamos ¿Qué es la Rentabilidad?
Refiere al beneficio promedio obtenido por la totalidad de las inversiones realizadas. Este puede ser monetario o social, porque no nos olvidemos, no solamente se invierte para obtener una utilidad monetaria, sino que muchas veces lo hacemos por el bienestar social.
¿Y a que va a estar atada la Rentabilidad? ¡Al Riesgo!
Como mencionamos anteriormente, toda inversión conlleva un riesgo, este puede ser en mayor o en menor medida, pero nos acompañará. Es por eso, que cuanto mayor sea el riesgo de una inversión mayor tendrá que ser la rentabilidad potencial que se le deberá exigir para que sea atractiva para los inversores. Sin embargo, un mayor riesgo no garantizara obtener mayores ganancias.
¡Así que cuidado! Analicemos las opciones antes de tomar una decisión.
Existen varios métodos que pretenden ayudarnos en la toma de decisiones ante la elección de un proyecto por lo que a continuación se introducirán alguno de ellos:
Valor Actual Neto (VAN): Representa el valor de mercado de una inversión y su costo. Si el calculo del VAN nos da mayor a cero, significa que recuperé el valor de la inversión y obtuve una ganancia. Si, por el contrario, da inferior a cero, será que perdimos parte del dinero invertido. Cuando nos da cero, recuperamos la inversión. Con este método obtendré la rentabilidad absoluta.
Tasa Interna de Retorno (TIR): Es la rentabilidad interna del proyecto. Va a ser la tasa que producirá un VAN igual a cero. Un proyecto será rentable cuando su TIR sea mayor a su tasa de descuento, dado que sería más rentable de lo que se le exige. Con este método obtendré la rentabilidad relativa.
Período de Recupero (PR): Este determinara la cantidad de periodos que nos tomara recuperar la inversión, luego lo compararemos con el número de períodos aceptables de recupero determinados por la empresa.
Período de Recupero Descontado (PRD): A contraste del criterio anterior, este se diferencia por tener en cuenta el valor del tiempo actualizando cada flujo de caja con la tasa de descuento.
Índice de Rentabilidad (IR): Este índice relaciona el flujo futuro de fondos descontados con la inversión requerida, o sea será la VAN sobre la Inversión Inicial, por 100; otorgándonos una idea sobre la rentabilidad del proyecto, y permitiéndonos decidir entre proyectos de VAN positivo, cuál es el más conveniente. Como regla general, si el IR es positivo, el proyecto es aceptado y si el IR es negativo, el proyecto es rechazado.
Y como máxima para cerrar, diremos que, si optamos entre varias alternativas con igual riesgo seleccionaremos la más rentable, pero el contrario, la rentabilidad es igual en las opciones disponibles, elegiremos quien nos conlleve menor riesgo.
Fuentes:
Resumen Unidad N°4, Criterios de Evaluación, Inflación y Tasa de Descuento.
Resumen Unidad N°7, Análisis de Riesgo y Rentabilidad.
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