La Rentabilidad es aquella capacidad que posee una inversión para arrojar beneficios superiores a los invertidos después de un período de tiempo. Se trata de un elemento fundamental en la planificación económica y financiera, ya que supone haber tomado buenas decisiones.
Existe Rentabilidad cuando se recibe un porcentaje significativo del capital de inversión, a un ritmo considerado adecuado para proyectarlo en el tiempo. De ello dependerá la ganancia obtenida a través de la inversión y, por ende, determinará la sustentabilidad del proyecto o su conveniencia para los socios o inversores.
Podemos distinguir entre:
Rentabilidad Económica: Tiene que ver con el beneficio promedio de una organización u empresa respecto a la totalidad de las inversiones que ha realizado. Suele representarse en términos porcentuales (%), a partir de la comparación entre lo invertido el resultado obtenido: los costos y la ganancia.
Rentabilidad Financiera: Este término, en cambio, se emplea para diferenciar del anterior el beneficio que cada socio de la empresa se lleva, es decir, la capacidad individual de obtener ganancia a partir de su inversión particular. Es una medida más próxima a los inversionistas y propietarios, y se concibe como la relación entre beneficio neto y patrimonio neto de la empresa.
Rentabilidad Social: Se emplea para aludir a otros tipos de ganancia no fiscal, como tiempo, prestigio o felicidad social, los cuales se capitalizan de otros modos distintos a la ganancia monetaria. Un proyecto puede no ser rentable económicamente pero sí serlo socialmente.
Indicadores de Rentabilidad
Son aquellos que sirven para determinar la efectividad del proyecto en la generación de riquezas, es decir, que permiten controlar la balanza de gastos y beneficios, y así garantizar el retorno.
Los Indicadores de Rentabilidad son:
Margen Neto de Utilidad: Consiste en la relación existente entre las ventas totales de la empresa (ingresos operacionales) y su utilidad neta. De ello dependerá la rentabilidad sobre los activos y el patrimonio.
Margen Bruto de Utilidad: Consiste en la relación entre las ventas totales y la utilidad bruta, es decir, el porcentaje restante de los ingresos operacionales una vez descontado el costo de venta.
Margen Operacional: Consiste en la relación entre ventas totales, y la utilidad operacional, por lo que mide el rendimiento de los activos operacionales de cara al desarrollo de su objeto social.
Rentabilidad Neta sobre la Inversión: Sirve para evaluar la rentabilidad neta (uso de activos, financiación, impuestos, gastos, etc.) originada sobre los activos de la empresa.
Rentabilidad Operacional sobre la Inversión: Evalúa la rentabilidad operacional.
Rentabilidad sobre el Patrimonio: Evalúa la rentabilidad de los propietarios de la organización antes y después de hacer frente a los impuestos.
Crecimiento Sostenible: Aspira a que el crecimiento de la demanda sea satisfecho con un crecimiento de las ventas y los activos, es decir, es el resultado de la aplicación de las políticas de venta, financiación, etc. de la empresa.
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Muy bueno el articulo Carmen!