La Rentabilidad es un factor fundamental que toda persona debe tener en cuenta al momento de planificar un proyecto. De ella depende que el mismo sea realizable y permita lograr los beneficios que los accionistas desean.
Existen diferentes criterios que sirven para poder medirla y son de gran ayuda para la toma de decisiones. Entre los más utilizados, podemos mencionar:
VAN (Valor Actual Neto): Representa el valor de mercado de una inversión y su costo. Se deben descontar los flujos de fondos futuros a una tasa de corte para obtener un valor actual y compararlo con el valor de la inversión inicial. Si el resultado es positivo, el proyecto debe aceptarse. En cambio, si la diferencia es negativa, el proyecto es rechazado.
TIR (Tasa Interna de Retorno): Representa la rentabilidad interna del proyecto. Es la tasa de una inversión que hace que el VAN sea igual a cero. Como regla general, si esta es mayor a la tasa de corte, el proyecto se acepta; de lo contrario, se rechaza.
PR (Período de Recupero): Es el índice que determina la cantidad de períodos que se necesitan para poder recuperar la inversión inicial. Una vez obtenido este valor se lo debe comparar con el número de períodos aceptables determinados por la empresa. Si el período de recupero es mayor al de referencia, el proyecto no debe realizarse.
PRD (Período de Recupero Descontado): Este índice también determina la cantidad de períodos que se necesitan para recuperar la inversión inicial. Pero, a diferencia del anterior, tiene en cuenta el valor del dinero en el tiempo (se descuentan los flujos de fondos a una tasa de descuento). Por lo tanto, se lo considera más adecuado.
Luego de haber presentado los diferentes criterios de evaluación de rentabilidad, estamos en condiciones de preguntarnos: ¿existe un procedimiento ideal para medir dicho factor? La respuesta es no. No hay un único camino confiable que pueda servir para determinar con total certeza la rentabilidad de un proyecto.
Será importante poder contar con información clara y oportuna, la más confiable posible. Una vez que esta se obtiene, se recomienda la utilización de la mayor cantidad de métodos posibles. Por más que inicialmente pueda parecer una "pérdida" de tiempo, a largo plazo contribuirá a despejar incertidumbres y de esta forma, tomar la decisión más aconsejable.
Fuentes:
Unidad N°4 "Criterios de Decisión, Inflación y Tasa de Descuento". Lic. Verónica Diana Pepe. UNTREF.
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