Una de las formas mas importantes para determinar que Proyecto de Inversión debe elegirse es determinando el Nivel de Riesgo que conlleva cada uno, el de menor riesgo debe tomarse con prioridad.
Riesgo y Rentabilidad son los dos factores esenciales que determinan las características de un activo desde un punto de vista puramente financiero o utilitario.
La Rentabilidad hace referencia a los beneficios que se han obtenido o se pueden obtener de una inversión. También puede entenderse como el beneficio promedio de la empresa por la totalidad de las inversiones realizadas.
El Riesgo de un activo o una empresa depende de su capacidad para generar retorno, es decir, para brindar ganancias y cumplir con todos los términos financieros pactados. Este riesgo conlleva una incertidumbre, ya que no se sabe cual es el retorno que tendrá, podemos llegar a ganar mucho dinero, como a perder toda nuestra inversión.
No existe inversión sin riesgo. Pero algunos productos implican más riesgo que otros.
La única razón para elegir una inversión con riesgo ante una alternativa de ahorro sin riesgo, es la posibilidad de obtener de ella una rentabilidad mayor.
Hay que tener presente que:
A iguales condiciones de riesgo, hay que elegir la inversión con mayor rentabilidad.
A iguales condiciones de rentabilidad, hay que optar por la inversión con menos riesgo.
Cuanto mayor sea el riesgo de una inversión, mayor tendrá que ser su rentabilidad para que sea atractiva a los inversores.
Riesgo y Rentabilidad van unidos, pero aceptar un mayor riesgo no es ninguna garantía de obtener mayores rendimientos. Para algunas personas la rentabilidad esperada será el factor decisivo que determine sus decisiones de inversión.
¿Qué entendemos por Rentabilidad esperada?
Cuando hablamos de Rentabilidad Esperada nos referimos a la rentabilidad que un inversor espera obtener de cara al futuro respecto de una determinada inversión que ha realizado, la rentabilidad real puede ser mayor o menor que la esperada en función de cómo se desarrollen los acontecimientos.
¿Cómo podemos calcular la Rentabilidad Esperada?
A través de la Rentabilidad Esperada del VAN: Cuando hablamos de rentabilidad esperada una forma muy habitual de calcularla, en función del tipo de inversión eso sí, será a través de rentabilidad esperada del VAN cuyo significado es Valor Actual Neto y se trata de una método de valoración de inversiones aplicable a aquel tipo de inversiones donde existe algún parámetro o variable que resulta desconocido, por lo tanto lo que se determina es que ese parámetro desconocido se comporta de acuerdo a una variable aleatoria. Para ello lo que se hace es calcular el valor actual de los flujos de caja que puede generar una determinada inversión de cara al futuro.
A través de la Rentabilidad Histórica: Se trata de otra forma de aproximar la rentabilidad esperada de grandes clases de activos a través de su historial de comportamiento. No obstante, si es cierto que se trata de un método menos fiable, ya que la volatilidad del valor de los activos depende de muchos factores y variables internas y del entorno. El hecho de haber tenido un determinado comportamiento en cuanto a su rentabilidad no quiere decir que de cara al futuro se vaya a comportar exactamente igual, se trata de una estimación para tener una idea aproximada de su comportamiento futuro teniendo en cuenta variables del pasado y realizando hipótesis respecto a la rentabilidad esperada en el largo plazo. Debemos tener en cuenta en este caso que cuantos mayores sean los plazos del histórico que analicemos, más fiable será la aproximación realizada.
Por último, definimos la Rentabilidad Mínima Esperada como la rentabilidad mínima que esperamos obtener cuando realizamos una inversión. Es decir, hacemos referencia a la suma de los flujos de una determinada inversión entre las variables que hacen referencia a una tasa de rentabilidad esperada para un rango probable y un periodo estimado.
Fuentes:
Gonza, muy bueno tu artículo.