Para analizar la rentabilidad de un proyecto, tenemos que tener en cuenta varios factores como la inversión para llevarlo a cabo, el capital de trabajo necesario para operar, la previsión de resultados futuros del proyecto, entre otros.
Para poder calcular el retorno de la inversión de un proyecto, podemos utilizar el ROI (Return on Investment). Este indicador mide la rentabilidad de la inversión, es decir, la relación que existe entre las ganancias que se esperan obtener, y la inversión a realizar. Además, nos permite compararlo con otras alternativas de inversión y tomar una decisión.
A través del uso de este indicador, podemos calcular, por ejemplo, los costos en materiales y producción; así como también, los beneficios derivados de cada fase del proyecto. También, nos permite analizar la viabilidad del proyecto, evitar pérdidas a la hora de avanzar con un proyecto, simplificar el proceso de planificación, optimizar la gestión de los recursos, y nos proporciona información que facilita la toma de decisiones.
Para poder calcular el ROI de un proyecto, en primer lugar, debemos conocer la inversión que se va a realizar, y las ganancias que se esperan obtener con dicha inversión.
Luego, aplicamos la fórmula del ROI:
ROI = (Ganancia / Inversión) x 100
ROI: Es el Índice de Retorno de la Inversión.
Ganancia: Son los Beneficios que se esperan obtener por la inversión durante un período de tiempo determinado.
Inversión: Es el Capital que se va a invertir.
El resultado que obtenemos luego de aplicar la fórmula, será en porcentaje. Éste nos indica qué proporción de la inversión que se va a realizar se va a recuperar o ganar.
Los posibles resultados son:
Obtener un índice mayor que 0: Significa que la inversión es rentable.
Obtener un índice igual o menor que 0: Significa que la inversión no es rentable.
Aunque debido a su simplicidad es una herramienta muy utilizada, debemos tener en cuenta que este indicador no toma en cuenta el valor del dinero en el tiempo. Por lo que al momento de evaluar un proyecto, sobre todo si es a mediano o largo plazo, lo recomendable es utilizarlo junto con otras herramientas financieras, tales como el VAN y la TIR.
Fuentes:
Tamara, muy bien el articulo.