¿Da igual analizar un proyecto para un Inversionista que para un Propietario?
La respuesta a esta pregunta yace en la correcta interpretación de los objetivos que persiguen estos Actores, y en la definición de dos de las Técnicas de Evaluación de Proyectos más utilizadas: VAN y TIR.
En primer lugar, mediante el Valor Actual Neto o VAN se toman todos los flujos de efectivo proyectados (a excepción de la inversión inicial) y se actualizan a la tasa de descuento. Si el valor es mayor a 0, se acepta el proyecto. En caso de que el valor sea menor a 0, se rechaza. Pero, ¿Qué sucede si el resultado es 0? En ese caso, no se genera incremento -ni decremento- patrimonial.
En segundo lugar, la Tasa Interna de Retorno o TIR, es la tasa de descuento que iguala el VAN de una oportunidad de inversión a 0. Es la tasa de rendimiento anual compuesta que se ganará si se invierte en el proyecto y se reciben las entradas de efectivo esperadas.
Si la TIR es mayor que el costo de capital, se debe aceptar el proyecto. En caso de que sea menor, se lo rechaza. Esto garantiza que se gane con el proyecto, por lo menos, su rendimiento requerido.
El uso del VAN supone de manera implícita que cualquier entrada de efectivo intermedia que genera una inversión se reinvierte al costo de capital de la empresa. Como el costo de capital tiende a ser un cálculo razonable de la tasa a la que la empresa podría reinvertir en realidad las entradas de efectivo intermedias, el uso del VAN, con su tasa de inversión más conservadora y realista, es preferible para enfatizarlo en el análisis de proyectos para un propietario, el cual tiene el objetivo de incrementar el valor de la empresa.
En cambio, al realizar el análisis para un inversionista, es preferible enfatizar el uso de la TIR. Esto se debe a la disposición general de las personas de negocios hacia las tasas de rendimiento más que a los rendimientos monetarios reales. Consideran al VAN menos intuitivo porque no mide los beneficios relacionados con el monto invertido: su objetivo es incrementar las utilidades.
Cabe aclarar que las técnicas VAN y TIR no son mutuamente excluyentes, sino que son enriquecedoras de cualquier evaluación de proyectos, y que existe una basta variedad de técnicas además de las mencionadas para robustecer los análisis que se realicen.
Fuentes:
GITMAN, L. J. (2007). Principios de Administración Financiera (Decimoprimera ed.). México: Pearson.
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